miércoles, 24 de octubre de 2007

Preguntas ¿para? psicológicas

Conversando en un reunión, la corriente de la charla nos arrastró hacia los tests psicológicos y, en especial, hacia aquellas preguntas del tipo: "¿Si fueras una fruta, qué fruta serías?".

Tal como es de esperarse, las risas no tardaron en transformarse en carcajadas batientes y las preguntas en deformarse,
retorcerse y metamorfosearse hasta límites insospechados.

Pudiendo atribuir los excesos sólo al espíritu festivo de un estómago satisfecho, agotados los músculos de tanto contraerse, se cerró el capítulo y las palabras se mudaron a otros parajes.

Sin embargo, la simplicidad de una pregunta quedó dando vueltas en mi cabeza por cerca de una semana. Tal vez haya sido la sombra de mis
ancestros, mi tótem, mi ánima guía, mi parte atávica, la visión de una vida anterior, una conexión cósmica fugaz, pero tuve de pronto la certeza de que era un ave. Es decir, si fuera un animal sería una ave.

Muchos dirán que más que pájaro,
pajarón o, de manera menos sutil, cambiarán una letra y removerán un acento, pero no presto oídos a tales insidiosas observaciones.

Un ave.... aún no he logrado dilucidar qué clase o especie... Aguardo mi epifanía.

3 comentarios:

Nefastas dijo...

es cierto, cosas tan chiquitas llevan a pensamientos a veces más profundos de lo normal...cuántas cosas dejamos de ser por ser lo que somos...tantas,
hasta siendo hombre también perdemos chances de cambios y elegimos mal.
pero en estas preguntas uno elige, y eso está bueno.
frutas, animales, cosas, etc
ahora me dejó pensando, así que cuando lo decida le cuento qué elegí!
welcome back!

QuentinA dijo...

Lenguita,
Le ruego que no piense en ser paloma. Usted conoce el "cariño" especial que siento por ellas.

Si se convierte en ave y vuela por estos lados de Africa, aviseme. Pongase un cartelito "Soy yo, Lengua".

Caso contrario puede caer de un balazo su vuelo triunfal!

Anónimo dijo...

Nefs

Gracias como siempre por pasar. Piénselo y avíseme.

Quentina

Jamás se me ocurriría ser paloma por una larguísima serie de consideraciones. Expondré sólo tres:
1- Daría pie para que ante ciertos tropiezos se dijera: "es más boludo que las palomas"... No lo encuentro agradable.
2- He demostrado mi disgusto por estas aves.
3- Me recuerda demasiado a Bush con su discurso de Hawks vs. Doves. Puajjj.